Ha sido una excelente y bella
experiencia. Un acierto sin duda el haber venido hasta acá. Por lo que he visto
de Escocia, es como mi sur de Chile: verdes, verdes y más verdes; bosques,
animales, fardos y más, al menos es lo que vi entre ciudad y ciudad.
Hemos estado por unos días en
Dundee, una ciudad como Curicó (unos 140.000 habitantes). Es una ciudad
pequeña, pero con un buen centro comercial y mall. Bueno, lo típico de estos
lugares europeos son las construcciones antiguas y medias góticas, sobre todo
las iglesias. Dundee es lo más al norte del planeta que he estado, está a la
altura del centro de Canadá!!.
Su clima es frío, viento y
lluvia. Aunque dicen que es “normal” este clima, debemos pensar que ya estamos
en otoño por estos lados… pero de todos modos, no podría vivir en un lugar
donde llueve la gran parte del año!! (así que ni en Valdivia ni en Pto. Natales
puedo vivir). En todo caso, gracias a esa lluvia, humedad y neblina constante
es que se mantienen los verdes muy verdes. Es un verde fosforescente le digo
yo, por suerte lo he podido plasmar en más de una fotografía.
En cuanto a los precios, son muy
parecidos a los de Chile, lo que una vez más me demuestra que tenemos precios
altos para los sueldos que ganamos. Claro que hay cosas más caras que otras.
Todo es sobre la libra ($800 pesos chilenos), entonces hay cosas que cuestan
$300 o $400 pesos en Chile, pero acá es una libra segura. Por ejemplo: una
botella de bebida de 500 cc cuesta 1,5 libras ($1.400 pesos chilenos), pero un
litro de leche blanca cuesta 50p ($400 pesos chilenos).
Nuestro lugar de alojamiento es
muy cerca del centro, por lo que caminamos a todas partes. Es lejos la mejor
forma de conocer. Así mismo lo hicimos el 2010, en nuestro viaje anterior. El
quedarnos en casas de amigos, es una muy buena experiencia ya que se conoce
realmente la idiosincrasia del lugar que se visita, puedes preguntarles cosas
de la vida diaria y así hacerse una apreciación más completa y real de la
ciudad o país; aunque en este viaje sólo en dos lugares nos quedamos en casa de
amigos: Londres y Dundee.
Edimburgo es una bella bella
bella ciudad!!! Qué maravillosa arquitectura posee!! Impresionante. Si pueden
alguna vez en la vida visitarla, hágalo! No se arrepentirá. Al salir de la
estación de trenes que nos llevó de Dundee a la capital Escocesa, fue un
“wow!!”. Por donde se caminara se veían construcciones victorianas, con algo de
gótico y pretoriano. Simplemente maravilloso!, era como estar en un cuento de
hadas todo el día. Aunque más que cuento de hadas, me vi siempre en diversas
películas como “Corazón Valiente” y “Robin Hood” con Kevin Costner. Entre
ciudad y ciudad Escocesa, existe mucho campo, con mucha agricultura y ganadería
(principalmente ovejas).
La ciudad de Edimburgo es cara en
sí porque el turismo es a full, pero
creo que es cara siempre. Más que Londres incluso, tanto en
vestimenta como en comida. Pero nada importa si se ven esas construcciones
enormes, largas y puntiagudas o el mirar hacia una colina de la ciudad y ver
allí un castillo emplazado. Algo imperdible: el Castillo de Edimburgo, su valor es de 15 libras ($12.000 chilenos aprox.), más el 2 libras el audioguía, para que vaya ambientando el tour que dura unas 5 horas, ya que estamos hablando de un castillo!!! que tiene muuuchas habitaciones, jardines, inglesia, capilla, museos varios y mil cosas más. El Castillo está ubicado en una colina de la ciudad, por tanto se ve desde varias partes de Edimburgo hacia lo alto, tal como a veces muestran en las películas.
Si me preguntan de lo más extraño de Edimburgo, es que muchas de sus iglesias católicas estaban convertidas hoy en día en restaurantes o pubs. Sí, mientras Ud. come en un restaurante, está admirando los vitrales y columnas que alguna vez albergaron a fieles católicos. ¿Cómo se diferencias de una iglesia que sí es iglesia?, pues los pubs y restaurantes tienen su puerta principal de color rojo bermellón.
Si me preguntan de lo más extraño de Edimburgo, es que muchas de sus iglesias católicas estaban convertidas hoy en día en restaurantes o pubs. Sí, mientras Ud. come en un restaurante, está admirando los vitrales y columnas que alguna vez albergaron a fieles católicos. ¿Cómo se diferencias de una iglesia que sí es iglesia?, pues los pubs y restaurantes tienen su puerta principal de color rojo bermellón.
Sin duda una ciudad para visitar.