Cracovia es una de las ciudades
más importantes de Polonia (después que la capital: Varsovia). El casco
histórico de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, desde el
año 1978. De Cracovia no esperaba nada, ya que para mí sólo lo interesante de
la ciudad era la historia de los nazis y Auschwitz, el campo de concentración y
exterminio más grande de la historia.
Pero sin duda, el primer día que
estuve en la plaza mayor, entendí lo bella que era la ciudad, más allá de la
historia. Todo lo que ha vivido el pueblo polaco es impresionante: invasiones varias, y las últimas la de los nazis y luego los soviéticos. Recién el 1996 lograron su "libertad". El primer
día en Cracovia tuvimos dos toures.
El primer, tenía relación con el
casco histórico de la ciudad, el centro y sus alrededores, desde la
construcción de la época medieval hasta hoy en día. Sus fuertes medievales, las
murallas que aún existen, entre otros. Sin duda, un gran atractivo es el
Castillo de Wawel (se lee “Vavel”). Allí vivieron reyes y reinas, pero también
fue la Jefatura del Gobierno General nazi, a partir de la invasión del 1939. Está
emplazado en una colina de la ciudad, donde existe la leyenda de un dragón que
vivía en la colina, por tanto, se verán dragones por todos lados en la ciudad.
Incluso hay uno, detrás de la colina de Wawel, hecho de fierro como estatua que
cada 15 minuto aprox. Lanza fuego por el hocico, todo un espectáculo sin duda. Cracovia
es una de las ciudades Europeas donde hay más católicos, por tanto hay una
iglesia en cada esquina casi. Lo mejor de todo es que son libres, abiertas y
gratis. La Iglesia de Santa María (la principal en la Plaza Mayor) es
bellísima. Por supuesto, hay una sección del Papa Juan Pablo II.
Polonia ama y venera al Papa Juan
Pablo II. Dicen que cuando salió elegido, él los liberó de todo. Está por todas
partes de Cracovia, en las iglesias, en monumentos en plazas, en las Minas de
Sal de Wieliczka como estatua de sal, en todas partes. Es sin duda un gran
ícono para ellos y esperan que pronto lo hagan santo.
El segundo tour, visitamos todo
lo referente al Barrio Judio, los Ghettos y la Fábrica de Schindler. Todo
impresionante, porque he visto muchas películas referente al tema judíos y
nazis, pero estar ahí en la vida real y tocar un muro del ghetto o estar dentro
de la fábrica de Schindler y ver el piso, pensando en cuántos judíos estuvieron
ahí… es otra cosa, ahí recién se piensa “esta cosa fue verdad”.
Los barrios judíos, son chicos,
con muchos callejones y muchos “cités” de dos pisos, donde me imagino se
escondían muchas familias. Estuvimos en un cité donde se rodó una escena de la
Lista de Schindler… aunque fuese una película, igual es escalofriante haber
estado allí. Mientras caminaba por el tour, miraba el piso, tocaba las paredes
y pensaba en cuánto han visto esos muros, cuántas lágrimas y sangre recibieron
esas piedras del suelo… tanta tortura entre personas, sólo porque unos pocos
pensaban algo indescriptible para toda una humanidad.
La visita a la fábrica de
Schindler fue impresionante también. Está ubicada en el sector industrial de
Cracovia, al sur de la ciudad. Hoy en día es un museo, con una placa en su
exterior. Aunque, nos contaron que Oskar Schindler no era tan bueno como se
pintó en la película. La verdad, al parecer, era un simple comerciante, que por
casualidad salvó a los judíos, pero que nunca estuvo en sus planes hacerlo, por
tanto, la escena final de la película donde llora pidiendo perdón de no haber
vendido su broche de oro para comprar más judíos, es mentira!!! Este Spielberg
que se las da de “salvador” jajaaja
También tomamos un tour a las
Minas de Sal de Wieliczka. Queda a unos 20 minutos de la ciudad. Se extrajo sal
desde el siglo XIII hasta 1996. Hoy en día, se saca algo de salmuera, como para
hacer sales de baño y esas cosas. ¿Por qué se visita?, bueno porque
antiguamente los obreros pasaban semanas dentro de las cuevas sin salir, por
tanto, entre aburrimiento y ocio, comenzaron a esculpir las paredes de las
cámaras y piedras de sal, donde hoy en día se disfruta de lugares bellísimos,
gracias a estos obreros con talento.
Recorrimos sólo 3 niveles hacia
bajo de los 9 que existen. Túneles por doquier, kilómetros y kilómetros de
túneles por todos lados, cuadrados o redondos, donde paredes, techo y suelo son
de roca con sal, afirmado por pilares de madera. La atracción máxima es una
capilla inmensa, donde todo lo que hay ahí es de sal tallada: retablos en las
paredes como la Última cena, santos varios, el Sagrado Corazón, el Papa Juan
Pablo II, todo el altar para el sacerdote y las grandes lámparas tipo araña
Luis XV, todo era tallado de sal, bellísimo!!. Sin duda una gran experiencia.
El otro tour que quedó para el
final fue Auschwitz-Birkenau, que relataré en otro posteo.