¿Hay que prohibir a los niños chilenos usar teléfonos celulares en la sala de clases?


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La noticia tiene sobresaltados a los profesores en Francia. A partir del nuevo año escolar, que se inicia en septiembre, los niños tendrán prohibido usar el celular en las salas de clases. La orden del Ministerio de Educación galo incluye no poder sacarlo en los recreos ni en las horas de almuerzo. ¿El motivo? Dicen que es fuente de distracción académica y lo acusan de dificultar que los estudiantes hagan vida social.

¿Cómo anda el tema en Chile? Ricardo Leiva, académico de la Facultad de Comunicaciones de la U. de Los Andes, encabezó un estudio sobre escolares y hábitos con el celular. Entrevistaron a 300 niños entre 10 y 18 años y a sus padres, de distintos grupos socioeconómicos. Concluyeron que la edad promedio a la que los chilenos reciben su primer celular es a los 10,3 años, y que los niños pasan en promedio 6,8 horas al día pegados a sus smartphones. “Lo que quiere decir que un porcentaje importante recibió su primer teléfono antes de los 9 años y pasa hasta 12 horas al día jugando con su celular”, destaca el académico.

El 87% de los encuestados declara que lleva su teléfono al colegio todos los días y el 71% lo usa dentro de la sala de clases. Los utilizan para tres cosas, principalmente: hablar por Whatsapp, oír música y jugar. “En ninguna parte aparece que los usan para estudiar”, recalca Leiva, quien está de acuerdo con la medida francesa. “El teléfono es más bien un elemento de entretenimiento, tengo serias dudas de que pueda ser un elemento didáctico. Nuestros datos indican que al empezar a usarlo los niños bajan las notas”, asegura. En el estudio, seis de cada 10 alumnos reconocieron que la pantallita afectó su rendimiento académico.

Mundo real

Andrea Ruffinelli, directora del Departamento de Pedagogía Inicial y Básica de la U. Alberto Hurtado, opina que una prohibición de este tipo aleja a los profesores de los estudiantes. “El mundo de los niños es conectado, con el teléfono, que cumple todas las funciones, y tenemos que incorporar esos elementos a las salas de clases”, señala. “Antes eran los libros, hoy es el teléfono, es la misma información disponible en diferentes dispositivos. Pero con esta idea les estamos diciendo que aprender no tiene conexión con su vida real”, sostiene.

Propone que la regulación debería ser ejercida por los profesores hasta los 12 años. Después ya es decisión del propio alumno saber cuándo usar su teléfono. “Los profesores debemos tratar de ser más creativos y que el celular sea nuestro aliado”, recalca.

Apoyo educativo

Dominique Karahanian, psicóloga y académica de la U. Mayor, apunta a que el problema de fondo no es sacar los teléfonos, sino que cómo se están haciendo las clases para estos pequeños nativos digitales. “El tema es cómo hago uso del objeto. Un teléfono puede ayudar a pronunciar mejor el inglés, por ejemplo, o para compartir fórmulas químicas con el curso. Es integrar estos objetos poniendo límites, no tenerlos todo el tiempo”, comenta.

Su visión es que erradicarlos puede acarrear ansiedad en los niños. “Ven muchas veces a sus padres trabajar con el teléfono, pero les estás diciendo que eso es malo; hay una contradicción”, dice.

¿A qué edad?

“Desde los 7 a 10 años ya es óptimo el uso de pantallas en un niño, según lo plantea la neurociencia”, dice Ángela Guzmán, académica de Pedagogía en Educación Básica de la U. San Sebastián. “Lo importante es educar desde la infancia en el autocontrol, generando discernimiento para ello, ya que es parte de las competencias digitales que idealmente todas las personas debieran tener”, agrega. Dice que en la propia universidad lo aprovechan en algunas clases. “Se puede usar como apoyo bibliográfico, para lectura de artículos evitando la impresión, o búsqueda de conceptos en bases de datos, entre otros”.

Acuerdo del colegio

Ignacio Silva, profesor de matemáticas y director de proyectos de Elige Educar, es enfático: “Lo principal es que las comunidades educativas fijen sus propias normas de convivencia. Docentes, directivos y apoderados, todos alineados, para que no se produzcan contradicciones, como que un profesor no quiere celulares, pero llega el profesor de la hora siguiente y dice sí a los celulares”.

Para ello, explica, hay colegios donde dejan los teléfonos en una caja al llegar y solo los sacan para ciertas clases o en caso de emergencia. “Es necesario regular su uso en conjunto”, concluye.

Mineduc tiene un manual para profes:  https://www.internetsegura.cl/comunidad-educativa/uso-seguro-internet-docentes/